Este magnífico objeto era ya conocido por Ptolomeo, que lo mencionó 130 años AC, describiéndolo como “la nebulosa que seguía al aguijón del Escorpión". Su descripción podría incluir también M 6, aunque no se sabe con certeza. M 7 podría haber sido observado también antes de 1654 por Hodierna, que enumeró 30 estrellas.
Se encuentra entre la cola de Escorpio y el arco de Sagitario, en plena Gran Nube. Bien visible a simple vista, y a 3º5 al SE de M 6.M 7 es un cúmulo muy disperso, y el riquísimo campo donde se inscribe, le resta efecto de contraste. Su figura principal describe una H acostada, con dos alineaciones EW y una NS, donde se encuentran las estrellas principales. A partir de este esquema, se abren varias líneas de expansión, que duplican las dimensiones de esa figura y finalmente la rodean como una corona poco densa.