lunes, 22 de agosto de 2011

OBSERVACIÓN EN EL PINAR DE ARACELI (GRANADA) DESDE EL 24 AL 28 DE AGOSTO DE 2011

Yo vivo en Cádiz cerquita de la playa y es algo que estoy acostumbrado a tener cerca y disfrutarla todo el año, cogí la costumbre de ir por lo menos en vacaciones una vez a la montaña y le he pillado el gustillo a eso. Mi grupo astronómico ya había hecho varias salidas a un sitio llamado el Pinar de Araceli, y este verano como no podía de ser de otra manera, tenía que ir a la quedada que se organizaba en el Pinar gracias a nuestra amiga Quili.


El viaje desde Cádiz es largo (en torno a 500 km), para ir un fin de semana no me valía la pena, pero esta vez iba a pasar 4 noches allí, y la cosa cambiaba, ya mis compañeros me habían hablado del cielo tan alucinante que tenemos allí, y de cómo se veía la Vía Láctea en esa zona, y eso que tenemos la suerte en nuestra provincia de tener todavía cielos muy oscuros, pero la altitud (en torno a los 1800 metros) y la ausencia de poblaciones cercanas rodeados de montañas, hacen que el sito sea un lugar estupendo para nuestra afición.

 
En principio nos íbamos Víctor (acrab) y yo, pero afortunadamente, al final se apuntó mi compañero de fatigas astronómicas Javi Jare, todo fue, gracias a los más de 700 mapas (si, si, más de 700 mapas, y los que quedan por hacer) que teníamos preparados para observar allí, eso lo picó al final y afortunadamente pudo hacer el viaje en mi coche acompañándome. Nos fuimos en mi coche y queríamos llevar los dos telescopios, maletas y comida para dos, todo eso tenía que caber dentro más las dos sillas astronómicas, maletines, cámaras, etc… todo un reto y aunque mi coche es uno familiar, había gran cantidad de cosas que meter, como no, la primera gran idea que tuvimos es hacer el Dobson-Bar, que consistía en dos monturas Dobson con un montón de bebidas en su interior como se puede ver en la foto.

Llegamos al Pinar el miércoles 24, ya había compañeros que estaba allí, nos acomodamos en la cabaña y nos preparamos para la primera observación. Antes de cenar, montamos los telescopios para que se fueran aclimatando, cenamos dentro de la cabaña y cuando recogimos todo, al salir, vimos ya que la Vía Láctea iba a ser un gran espectáculo, nos quedamos un rato para aclimatar los ojos a la oscuridad, y empezamos a asombrarnos de la PEDAZO DE VÍA LÁCTEA que teníamos sobre nuestras cabezas, muchas zonas que habitualmente no se ven, y un cielo de escándalo. Nos llevamos el medidor SQM que teníamos calibrado gracias al proyecto Nixnox, y el valor máximo que registramos fue de 21,73 y el aparato no bajo de 21,50 en todas las noches de observación.

Después no nos pudimos resistir a bajar para observar por el telescopio de Jesús Carmona (Fobos) y su 20”, usamos en la primera noche el binocular que tenía, y en la segunda noche un ocular ethos 21 mm, las imágenes van a ser difíciles de olvidar, y luego las iré reportando en la crónica que haré de la observación noche a noche donde describiré las imágenes que vi y los oculares empleados. Esa noche estuvimos hasta las 04:30 horas, la luna asomó por el horizonte y aproveché para hacerle alguna que otra foto.

Ya por la mañana desayunamos, y bajamos al bar para saludar al resto de compañeros que iban llegando, después de unas cervecitas, un baño en la piscina, nos fuimos a comer a la cabaña, lo bueno de ese día fue la sobremesa que tuvimos, con una botella de mi whiskey envejecido en mi barrica de roble, y como no, Jesús (petardo) se trajo otra de embrujo de Granada, que también estaba de categoría que junto a algún que otro purito de Montecristo, hizo las delicias de la tarde-noche. Ya os imagináis con dos botellas y los pocos que éramos Victor, Juan Antonio, Javi Jare, los dos Jesús, y algún otro que no me acuerdo en este momento, el final nos tuvimos que echar una siesta para reponer fuerzas, porque por la noche volví a observar hasta más tarde de las 4 de la mañana.

El viernes ya venía el grueso de la tropa, y nuestros compañeros del Grupo Astronómico de Cádiz, ese día teníamos preparada una paella en el Bar, la verdad que la paella que nos hizo Matías estaba de categoría, después la sobremesa la hicimos allí en el bar, aunque esta vez más relajado que el día anterior, aún así, también nos tomamos algunas copitas en el bar, mientras iban llegando el resto de compañeros a los que íbamos saludando a medida que iban llegando. Para la noche, parte de los compañeros montaron en el campo de futbol, y nosotros optamos por seguir al lado de la cabaña, resultaba muy tentador tener la cama al lado del telescopio, allí estuvimos Pablo (CBR) que observó con nosotros tres noches, también vino Jean y por supuesto Víctor, Javi Jare y yo, también estaba en la cabaña de al lado Daniel (Gildan) que aunque hacía astrofotografía, se venía también a observar de vez en cuando por el telescopio. Esa noche estuvimos hasta las 6 de la mañana observando, fue la más larga.
 
Ya el sábado, nos levantamos tarde, ese día Matías nos tenía preparado unas chuletas de palillo de 2 kilos por lo menos o más, nos fuimos al bar a escuchar un poco de música en concierto en directo, ya el jueves había tocado Juan Antonio y Matías, esta vez tocaba Jesús y Javi Jare a la batería, comimos muy bien, y llegó el turno de las copitas de sobremesa, esa noche el tiempo que daba era muy malo, Víctor se había quedado sin telescopio por culpa de unos tornillos que hacía descolimarlo, y decidimos dedicarlo a actividad social, después de la comida fuimos de visita a las cabañas de nuestros amigos del Grupo Astronómico de Cádiz, también aprovechamos para visitar a Alfonso y Susana, que hacía tiempo que no los veía, y a Jesús y los Isidros, Juanma y Pablo, en cada sitio nos íbamos tomando algo con ellos y se nos hizo de noche, habíamos quedado para cenar en la cabaña de Quili y Juan Antonio, donde llevamos unos espaguetis para cenar, hicimos un botellón y estuvimos hasta altas horas de la madrugada, al final a las 6 de la mañana, pero esta vez con buena compañía tomando unas copitas con Quili, Juan Antonio, César, Jesús, su mujer Inma, Víctor, Javi Jare, Gloria, Isidro padre e hijo, Juanma y Pablo y luego apareció Jesús Fobos para hacernos una visita.

En fin, esa noche la dedicamos a actividades sociales, que también nos apetecía después de tres noches magníficas de observación, deseando que se vuelva a repetir y contentísimo de haber ido a ese magnífico cielo y sobre todo muy contento de ver de nuevos a muchos amigos que hacía tiempo que no veía, y conocer a gente que tan solo tengo contactos con ellos a través de los foros de astronomía.

Si queréis leer una magnífica crónica, tenéis este enlace para pinchar donde nuestra amiga Quili, ha hecho una gran crónica de toda la quedada.

http://www.asociacionhubble.org/portal/index.php/foro/viewtopic.php?f=15&t=45811

Esta es la crónica social, luego pasaré las crónicas de observación de las tres noches tan buenas que tuvimos, casi nos hicimos un libro entero de mapas.