Este fin de semana hemos intentado salir aprovechando la luna nueva, el día pintaba muy mal, con cielos con nubes aunque algún que otro claro nos hacía ser optimistas. Decidimos salir temprano, sobre las 18:30 horas para hacer alguna que otra fotografía de día, y es que si no podíamos hacer astronomía, por lo menos nos queríamos llevar alguna foto de esta zona, que es de las más bonitas que tenemos aquí en la provincia. Tan solo llevábamos un telescopio, porque la verdad, que no teníamos muchas esperanzas de poder utilizarlo, en mi caso cogí mi cámara, trípode y mi maletín de oculares.
Teníamos otro aliciente para subir a esta zona llena de ciervos, venados, corzos, jabalíes y es que ahora empieza la berrea, con lo cual, teníamos ganas de que si no hacíamos astronomía, por lo menos escuchar este espectáculo. Nada más bajarnos del coche a la zona del mirador, empezamos a escuchar a estos animales berrear, y es que empieza la época de celo.
Tuvimos mucha suerte, y mientras íbamos con el coche, las casualidades de la vida, un ciervo empezó a correr a nuestro lado, afortunadamente llevaba mi cámara y pude retratar el momento, que fue bastante emocionante. Normalmente estos animales suelen ser difíciles de ver, pero se ve que en época de berrea suelen bajar del monte y se hace más fácil. Siempre los habíamos visto a la hora de recoger los telescopios, mientras bajábamos por la sierra, pero esta vez, fue al anochecer mientras íbamos al lugar donde poner los telescopios.
Esta vez fuimos a un sitio distinto de los habituales, y es que, en la zona del Picacho y el Aljibe, había gran cantidad de nubes, incluso se podía observar que la zona del Aljibe estaba lloviendo en esa noche. La zona elegida había gran cantidad de claros, ya que no había montañas que hicieran de pantalla, como pasa en el picacho, y teníamos esperanzas de tener algún hueco donde poner el telescopio, y es que la ventaja de la visual es esa, que con un hueco de cielo, ya no es suficiente para observar los objetos que allí se encuentren.
Lo bueno es que tenemos el horizonte Sur despejado sin ninguna zona de posible contaminación lumínica, en el lugar tampoco es que se viera nada, pero sospechamos que en el norte puede haber algún pequeño hongo, aunque no suba mucho. Un inconveniente de esta zona es que no caben muchos telescopios, pero bueno, en nuestro caso solo llevábamos uno, con lo cual no había inconveniente por esta vez.
Empezamos a cenar, y ver si había algo de suerte, pero a medida que la noche avanzaba, el viento de poniente traía más nubes, y los claros que teníamos de día, empezaron a cubrirse todos, con lo que a eso de las 21:30 decidimos que por esa vez no podíamos observar. A la vuelta nos encontramos una cierva o un corzo, porque no lo vi bien, pero esta vez se me escapó a mi cámara. Esa noche no pudimos disfrutar con la astronomía, pero si de un gran día de Sierra, con berrea y fotos incluidas.
Un saludo
